El Libertador General San Martín es reconocido como uno de los más grandes estrategas militares en la historia de América Latina. Su habilidad para planificar y ejecutar operaciones militares complejas fue esencial para la lucha por la independencia de Argentina, Chile y Perú.
San Martín entendía que la clave para la victoria en la guerra no era solo tener un gran ejército, sino también tener una estrategia bien definida. Él sabía que para ganar la guerra, tenía que cortar las líneas de suministro del enemigo y tomar posiciones clave que le permitieran controlar el territorio.
Una de las tácticas más importantes que San Martín empleó fue la de dividir a las fuerzas enemigas. Él entendía que los ejércitos españoles estaban divididos en varias partes, y que cada una de ellas estaba protegiendo diferentes territorios. San Martín aprovechó esta división para atacar a los ejércitos españoles por separado, debilitándolos antes de enfrentarlos en una gran batalla.
Otra táctica importante fue la de usar la geografía a su favor. En la Batalla de San Lorenzo, por ejemplo, San Martín eligió el lugar de la batalla cuidadosamente. Él sabía que el río Paraná era el único camino posible para que las tropas españolas llegaran a Buenos Aires desde el norte, y decidió establecer su posición en una zona que controlaba el acceso al río. De esta manera, San Martín pudo sorprender al enemigo y ganar la batalla.
San Martín también se aseguró de que sus tropas estuvieran bien equipadas y entrenadas. Él sabía que sus hombres tendrían que enfrentar a un enemigo bien entrenado y armado, y por lo tanto, invirtió tiempo y recursos en la formación de sus tropas.
En resumen, San Martín fue un estratega militar brillante, cuyas tácticas y habilidades como comandante fueron esenciales para la lucha por la independencia de América Latina. Su legado como líder militar sigue siendo una fuente de inspiración para muchos.
